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Ley 21.719 y la seguridad de los datos en Chile: beneficios y desafíos

Todos hemos recibido correos o llamadas de empresas o entidades a las que no le hemos entregado nuestros datos para que nos contacten. En este contexto, la protección de los datos personales ha adquirido una relevancia crucial en la era digital, donde la información circula a velocidades vertiginosas. Chile ha dado un paso significativo con la implementación de la Ley 21.719, que busca fortalecer los derechos de las personas sobre sus datos y regular su tratamiento en el ámbito público y privado.


¿Qué es la Ley 21.719?

Promulgada el 25 de noviembre y publicada el 13 de diciembre de este año, la Ley 21.719 establece un marco normativo moderno para proteger la privacidad y la seguridad de los datos personales en Chile, alineándose con estándares internacionales como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea. Entre sus principales objetivos están:

  1. Reforzar la Garantía de un derecho fundamental: Justamente el de Protección de los Datos Personales.
  2. Regular el tratamiento de datos: Imponer límites claros a cómo las empresas y organismos pueden recopilar, almacenar y procesar información personal.
  3. Establecer un sistema de fiscalización y sanciones: Crear un organismo cuyo rol es velar por el cumplimeinto de la ley, la Agencia de Protección de Datos Personales, y establecer un sistema de multas y sanciones para quienes incumplan las disposiciones legales.

¿Por qué es importante proteger los datos personales?

  1. Prevención de abusos: Los datos personales, cuando no están adecuadamente protegidos, pueden ser utilizados para prácticas indebidas como robo de identidad, fraude financiero o discriminación.
  2. Confianza en el entorno digital: Una adecuada gestión de los datos genera confianza entre ciudadanos, empresas y el Estado, lo cual es clave para el desarrollo de una economía digital robusta.
  3. Cumplimiento de derechos: La protección de los datos personales asegura que cada individuo mantenga el control sobre su información, desde el acceso hasta su rectificación o eliminación.

Mira nuestra nota Cómo Evitar Sanciones: todo lo que tu Empresa debe saber sobre la Ley 21.595 para saber todo sobre la prevención de delitos económicos.

Implicancias de la Ley 21.719 para las empresas

La implementación de esta normativa supone un cambio profundo en cómo las empresas gestionan la información. Algunas de las implicancias más relevantes incluyen:

  1. Adopción de medidas de seguridad: Las organizaciones deberán invertir en sistemas de ciberseguridad para prevenir vulneraciones y garantizar la confidencialidad de los datos.
  2. Designación de un responsable de protección de datos: Muchas empresas tendrán que contar con un Responsable de los datos encargado de supervisar el cumplimiento de la ley.
  3. Transparencia en el manejo de datos: Será obligatorio informar a los usuarios sobre cómo se recopila, usa, almacena, entre otros, su información personal.

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Ejemplos concretos en Chile

Un informe reciente de la Subsecretaría de Economía Digital reveló que un 65% de los chilenos siente desconfianza sobre cómo las empresas manejan su información personal. La Ley 21.719 busca revertir esta percepción y generar un entorno más seguro.

Además, casos recientes de filtraciones masivas, como la exposición de datos de clientes de grandes retail, han evidenciado la urgencia de contar con una regulación estricta. Las empresas ahora deberán implementar controles más rigurosos para evitar incidentes similares.


Beneficios para la ciudadanía

Con la entrada en vigor de la Ley 21.719, los ciudadanos chilenos podrán:

  1. Ejercer un mayor control sobre sus datos personales.
  2. Acceder a información clara y precisa sobre cómo se utiliza su información.
  3. Solicitar la corrección o eliminación de sus datos en caso de mal uso.

Desafíos y oportunidades

Aunque la ley representa un avance importante, su implementación plantea desafíos. Las empresas, especialmente las PYMES, deberán adaptarse rápidamente para cumplir con los nuevos requerimientos. Sin embargo, esta transición también abre oportunidades, como la posibilidad de destacar en el mercado mediante políticas de privacidad responsables y transparentes o la de convertirnos en una destino seguro de datos y atraer inversión que antes nos era esquiva por mantenrer un bajo estándar en esta materia. 

La Ley 21.719 no sólo moderniza la protección de los datos personales en Chile, sino que también refuerza la confianza en el uso de tecnologías digitales. La responsabilidad recae ahora en todos los actores —Estado, empresas y ciudadanos— para garantizar que esta legislación sea un catalizador de un entorno digital más seguro y respetuoso con los derechos fundamentales.